Mientras tanto, Luis de Góngora ha sido secuestrado por los Falsificadores de Palabras y lo mantienen prisionero en un laberinto barroco.¿A dónde ha escondido el disco duro de AI Halim? Pero Góngora responde una y otra vez utilizando la dialéctica negativa. Si los Falsificadores de Palabras se hiciesen con los algoritmos del robot, la palabra verdadera se perdería para siempre. ¿Pero es que acaso existen las palabras verdaderas? ¿O será que la verdad se escapa siempre detrás del barroco juego de espejos de los signos?

Luchando en vano por liberarse de las férreas correas que la mantienen sujeta a su silla, Gache infiere que la propia internación de Strokes y su correspondiente tratamiento con el Ortocorrector de Mentes le ha causado al ingeniero un cambio neuronal irreparable, convirtiéndolo irreversiblemente en un burócrata de la Razón Pura. Sin duda, ha sido él mismo quien ha estado espiando a los miembros de la resistencia y pasando informaciones a los agentes del imperialismo lingüístico.
Es cierto que, al estar ella sometida ideológicamente, naturalmente tendería a responder a las preguntas que la apremian. Pero luego de sus nefastas experiencias durante su cautiverio lunar y previendo este tipo de circunstancias, Belén Gache se ha auto-hipnotizado previamente, implantándose a sí misma una orden post-hipnótica. Así, cada vez que el enemigo intente indagar sobre información sensible, ella deberá limitarse exclusivamente a repetir, cada vez, las preguntas de sus interrogadores.
-¿Cuáles son las coordenadas del campamento de Aukan?
-¿Cuáles son las coordenadas del campamento de Aukan?

Cuando vuelve en sí, Belén Gache advierte que se encuentra en la Unidad Esquizo-lingüística del Hospital Central. Le han puesto una camisa de fuerza aunque, en rigor a la verdad, esto no es necesario ya que, debido a la droga cromofóbica que le han administrado, ella permanece en estado de sumisión ideológica constante. Además, la mantienen con la cabeza fija en dirección a una inmensa pantalla de plasma en la cual se proyectan constantes mandalas multicolores que parecen surgidos del interior de un caleidoscopio.
Sometida una y otra vez a técnicas de aversión químicas, eléctricas y simbólicas, todavía es incapaz de percibir el color rojo.
Entre proyección y proyección de mandalas, Brush Strokes entra en la habitación y la interroga exhaustivamente, apelando ya sea a su ego, a su conciencia o al temor. Sucesivamente la hostiga utilizando chantajes o falsas promesas y hasta amenaza con fabricar evidencia en su contra. ¿Qué es lo que busca Strokes con tanta vehemencia? Sonsacarle a la poetisa la localización del comandante Aukan en la selva de Cururú.

“Refine Edge, el autor del Manual de Lavado de Cerebro, ha devenido el autor de best sellers mejor valorado gracias al apoyo logístico y monetario de Julio Sánchez, ex presidente de las ex Galaxias Ratonas, hoy en el exilio. Entre las muchas estrategias puestas en práctica para lograr imponer el libro como lectura universal y única en el planeta Tierra, Julio Sánchez ha encargado a la compañía Kanazawa el desarrollo de los algoritmos de Spiral Word, software con el que han infectado todas y cada una de las lecturas terrestres.”

¿Cómo es que Brush Stokes ha accedido a este tipo de informaciones? ¿Por qué lleva estos cuadernos en escritura ratona? En esto está pensando la poetisa mientras bebe su Cola Cao. De pronto, la cabeza comienza a darle vueltas. ¿Qué está sucediendo? Recorre la habitación con la vista. El color rojo ha desaparecido de su entorno. Corre hacia la ventana de la corrala y mira hacia la calle. Allí tampoco hay nada de color rojo. Entonces se percata: ¡alguien ha mezclado el Cola Cao con una droga cromofóbica! Lo terrible de que este tipo de sustancia es que no sólo produce la desaparición de la percepción de un color sino que su efecto colateral es la total sumisión ideológica.
Su vista se vuelve cada vez más borrosa y apenas si alcanza a ver, antes de desmayarse, cómo Brush Strokes entra en el recinto acompañado por un grupo de enfermeros a los cuales él parece estar encabezando.

Belén Gache queda paralizada en su silla hasta bastante después de que la presentación ha concluido.

De vuelta en la corrala, la poetisa busca reponerse preparando un Cola Cao. Brush Strokes todavía no ha vuelto de su trabajo en el almacén de Data Mining y el pobre Blend Layers convalece en el Laboratorio de Recomposición Neuronal de la resistencia. Es precisamente al buscar una cuchara para revolver el Cola Cao cuando ella encuentra, en un cajón de la cocina, unos cuadernos cubiertos de escritura ratona. Y es, sin duda, la letra de Brush Strokes.
De inmediato, en su mente aparecen dolorosos recuerdos de cuando ella permanecía prisionera en los talleres de escritura clandestina, en las barracas lunares del Khan, escribiendo sin cesar, sobre unos cuadernos muy parecidos a estos, poemas y poemas con tinta hecha con sangre y lágrimas. Pero ahora, parece que hubieran pasado siglos desde entonces.
Belén Gache coge uno de los cuadernos y comienza a leer. El texto devela la inequívoca relación existente entre Refine Edge y Julio Sánchez. También, que han sido ellos los que han impulsado la creación de los algoritmos ilegales de Spiral Word.

Luis de Góngora se levanta intempestivamente de su asiento y comienza a increpar a Refine Edge. Según él, la obra de Edge no puede ser considerada literaria sino que es puro mercado editorial:
-¡Esto es literatura y esto es puro mercado!-exclama, agitando sucesivamente y ante la vista de todos los presentes un manuscrito en una de sus manos y el Manual de Lavado de Cerebro en la otra.
Aparentemente, se trata del manuscrito de un nuevo libro de poemas que está por publicar, titulado Sabotaje Retroexistencial. Góngora pretende utilizar, mediante una calculada puesta en escena, la presentación de Refine Edge para promocionarlo.
Impidiendo que Edges siga con su lectura, él mismo comienza a leer algunos de los poemas de su manuscrito a voz en cuello:
-“Si la anestesia, cual mareada democracia que termina y no retorna, atormenta temblores inmolados…”
Dos guardias de seguridad de la Biblioteca Nacional ya han llegado hasta él.
-“… y si el adicto colisiona, pagano, ….
Los guardias lo desalojan de la sala mientras aun continúa vociferando versos.
Pronto, la presentación se reanuda dejando atrás el incidente. Sin embargo, Belén Gache se ha dado cuenta de algo que sólo ella ha podido percibir y a lo cual el resto de los asistentes ha permanecido ajeno: ella ha reconocido en seguida que los versos leídos por Góngora no eran realmente de él sino que habían sido producidos por el algoritmo restaurado de AI Halim. Esto la lleva a concluir que fue el mismo Góngora quien irrumpió en la corrala y robó el disco duro del robot poeta.
La poetisa está tan consternada que se ha quedado muda y no ha podido articular ni una sola palabra para denunciar semejante plagio. ¿Qué posible relación puede haber entre el hurto de Góngora y los versos del poeta cordobés que Brush Strokes recitaba dormido? Y, sobre todo, cuando el comandante Aukan le enviara en su mail desde la selva de Cururú esos versos de la Soledad Primera, ¿acaso la estaba previniendo de las intenciones de Góngora? Pero, ¿cómo era posible que Aukan se enterara del descubrimiento del algoritmo poético? ¿Es que acaso él también tenía espías en todas partes?

Una interesante teoría psicoanalítica apunta a que podría existir una relación directa entre la cromofobia bipolar y el astigmatismo monométrico. Pero, de momento, es sólo una teoría. Lo cierto es que cada vez son más comunes en el planeta Tierra los actos de desobediencia civil que involucran la ausencia de colores.

Finalmente, llega el gran día de la presentación del libro de Refine Edge en la Biblioteca Nacional. Se trata de una verdadera fiesta del imperialismo semiótico y han asistido todos y cada uno de los agentes de la autorreplicación del sensorium posmoderno y del meme del simulacro del mundo en diferido. La poetisa Belén Gache también se encuentra entre los asistentes. Y, qué curioso, ella puede ver que, un par de filas adelante, se encuentras nada más y nada menos que Luís de Góngora.
Allá adelante, sentados de frente al público,  está el presentador y el propio Refine Edge. Sobre sus cabezas, una enorme pantalla muestra la imagen de la portada del Manual de Lavado del Cerebro. Luego de las introducciones de rigor, el escritor se dispone a leer algunos párrafos de su omnipresente obra, cuando de pronto tiene lugar un episodio de lo más extraño:

Muy lejos de allí, en algún lugar remoto cruzando el océano Atlántico, el comandante Aukan lleva adelante su incansable lucha en la jungla de palabras. Lo acompaña un fiel grupo de campesinos lunares que se han unido a su gesta revolucionaria.
Aukan ha cambiado el desierto plateado y polvoriento de la luna por la húmeda y febril espesura de la selva panamericana. Pero allí, nada es lo que parece. Todos son verdes espejismos y quimeras fractales. Allí, los árboles tienen ojos y los insectos tienen cuchillos por garras; las lianas son intertropicales y los papagayos, contrarrevolucionarios. Allí los arbustos yámbicos, flores esdrújulas y prosopopeyas  angiospermas crecen como moscas de los sueños.
¿Por qué dejó el comandante la luna? ¿Fue acaso el mismo Kublai Khan quien decidió enviarlo al exilio? Aukan nunca había pensado en retornar a su planeta natal. Y sin embargo, ahí estaba, mercenario cósmico al fin, en la Tierra, luchando contra los las antífrasis y los ditirambos.

Careciendo de ordenador, habiendo éste sido robado, y no pudiendo ya contar con el locutorio de Lavapiés, debido a que la guardia semiocapitalista lo tiene vigilado, el grupo opta por utilizar otro locutorio de la resistencia ubicado, en este caso, en el distrito de Tetuán. Evidentemente, han descartado desde el comienzo utilizar sus móviles para subir el algoritmo del robot a la red ya que, en el planeta Tierra, el uso de dispositivos de tecnología móvil está estrictamente prohibido desde hace años.
Viajarán a Tetuán por la mañana. Mientras tanto, dedican la noche en la corrala, Telepizza mediante, a discutir sobre las máximas de La Rochelfoucauld y su idea de que muchos nunca se hubieran enamorado si no hubieran leído acerca del amor en los libros.

Por la mañana, cuando Belén Gache se dispone a hacer el desayuno, descubre que el disco duro de AI-Halim ha desaparecido. Blend Layers, por su parte, se encuentra inconsciente, tirado en el piso. Tiene un agujero en el cráneo y, evidentemente, le han implantado un chip de pensamiento automático en el cerebro.

Mientras tanto, importantes enfrentamientos se han venido registrando en la ciudad entre las diferentes facciones de la resistencia lingüística y los cultores de la enunciación colectiva.
En el almacén de Data Mining de Fuenlabrada, un grupo de hackers inestables ha ingresado al recinto al grito de “Libertad a los lectores zombis”o “Contra la palabra-espectáculo”. Haciéndose con el control de los accesos al software de análisis y procesamiento de datos,  han logrado desactivar los algoritmos ilegales implantados al programa Spiral Word. ¡Por fin los lectores dejarán de ser zombis y serán capaces de adquirir una postura crítica respecto de sus lecturas!
Contrariamente a todos sus pronósticos, sin embargo, apenas enterados de que sus lecturas habían sido desposeídas del programa ilegal de hipnosis colectiva, los lectores zombis no han tardado en reaccionar y han comenzado a organizar una serie de manifestaciones. Así, puede vérselos marchar por las calles del centro de las más importantes ciudades portando pancartas con consignas como “Total exposición selectiva”, exigiendo que el programa de hipnosis vuelva a ser inmediatamente instalado.