Luis de Góngora se levanta intempestivamente de su asiento y comienza a increpar a Refine Edge. Según él, la obra de Edge no puede ser considerada literaria sino que es puro mercado editorial:
-¡Esto es literatura y esto es puro mercado!-exclama, agitando sucesivamente y ante la vista de todos los presentes un manuscrito en una de sus manos y el Manual de Lavado de Cerebro en la otra.
Aparentemente, se trata del manuscrito de un nuevo libro de poemas que está por publicar, titulado Sabotaje Retroexistencial. Góngora pretende utilizar, mediante una calculada puesta en escena, la presentación de Refine Edge para promocionarlo.
Impidiendo que Edges siga con su lectura, él mismo comienza a leer algunos de los poemas de su manuscrito a voz en cuello:
-“Si la anestesia, cual mareada democracia que termina y no retorna, atormenta temblores inmolados…”
Dos guardias de seguridad de la Biblioteca Nacional ya han llegado hasta él.
-“… y si el adicto colisiona, pagano, ….
Los guardias lo desalojan de la sala mientras aun continúa vociferando versos.
Pronto, la presentación se reanuda dejando atrás el incidente. Sin embargo, Belén Gache se ha dado cuenta de algo que sólo ella ha podido percibir y a lo cual el resto de los asistentes ha permanecido ajeno: ella ha reconocido en seguida que los versos leídos por Góngora no eran realmente de él sino que habían sido producidos por el algoritmo restaurado de AI Halim. Esto la lleva a concluir que fue el mismo Góngora quien irrumpió en la corrala y robó el disco duro del robot poeta.
La poetisa está tan consternada que se ha quedado muda y no ha podido articular ni una sola palabra para denunciar semejante plagio. ¿Qué posible relación puede haber entre el hurto de Góngora y los versos del poeta cordobés que Brush Strokes recitaba dormido? Y, sobre todo, cuando el comandante Aukan le enviara en su mail desde la selva de Cururú esos versos de la Soledad Primera, ¿acaso la estaba previniendo de las intenciones de Góngora? Pero, ¿cómo era posible que Aukan se enterara del descubrimiento del algoritmo poético? ¿Es que acaso él también tenía espías en todas partes?