Mientras tanto, Luis de Góngora ha sido secuestrado por los Falsificadores de Palabras y lo mantienen prisionero en un laberinto barroco.¿A dónde ha escondido el disco duro de AI Halim? Pero Góngora responde una y otra vez utilizando la dialéctica negativa. Si los Falsificadores de Palabras se hiciesen con los algoritmos del robot, la palabra verdadera se perdería para siempre. ¿Pero es que acaso existen las palabras verdaderas? ¿O será que la verdad se escapa siempre detrás del barroco juego de espejos de los signos?