Finalmente, se deciden por la teletransportación cuántica y, de pronto, aparecen en el interior de una de las casetas telefónicas del locutorio de Lavapiés. Es cierto que a ninguno de los dos les queda del todo claro qué sucederá con el Blend Layers y la Belén Gache que han quedado en las Soledades, ya que el proceso de teletransporte cuántico implica la existencia simultánea y enlazada de cada una de las partículas transferidas.
Pero lo cierto es que ya están en Lavapiés y se disponen, al fin, a subir el algoritmo del robot a la red. Y es entonces cuando se llevan una tremenda sorpresa al comprobar que éste ya estaba en línea.