Ukq0ecW02kwgYn

Empiezan a llegar los copistas a la Biblioteca. Comienza la rutina diaria de copiado y catalogación de datos. De pronto algo comienza a suceder. Paulatinamente, se están alterando todos los signos en nuestros ordenadores: arrobas y almohadillas, signos de exclamación y cedillas, kanjis y jeroglífico, letras Pi, Gamma, Delta, Gye, Dye, Zhe, Dze. Un verdadero desastre: primero, las bombas de silencio, ¡y ahora, este virus! ¡Para colmo, he sido yo misma la que lo ha introducido en el sistema! No puedo esperar más que el destierro, y esto, en el mejor de los casos ya que U2FsdGVkX18LpR/0Q14NiybF9X1rBrfq/3+xt2PGFNf/ MoW8cqnDECEqam0/r5Fs a70+veod4NpBtu7FuK/wV0FBWNd OwqSe0EEidGcR Ukq0ecW02kwgYn EPWrNh PMVnsqeCM4h4kxBw+ZcLjKQAkb4QgquS PXJUq8k68ve QyISqratbEZEu+FhGMWLAmh98 YxJi77bKfyoE42R3cUQ4 FyxndyVVwqdsLQ ttzjZmtbr ZGBRGOr+ jZP9+e2mp5m7 J+20d53Q 0Xdco 3Fupy M0MuuWLBEd33veSGEIrM1PQESZO2+ 1zLyeFX9P3kQQWW0V+m/O EG+Xr2eliZ+B7q7UamyB2 M6ap2mSyIO3Fjazu0aKPzE=


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>