Mao on the moon

Filed under: Scrapbook | Tags: | enero 13th, 2011
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Ayer, en la subasta internacional de Christie´s, Nueva York, se vendió una de las serigrafías de Andy Warhol con la imagen de Mao. Como particularidad, esta obra había pertenecido al fallecido actor Dennis Hopper, quien en los años 70, luego de una noche de excesos, había confundido al rostro del líder chino, colgado en una pared de su residencia en Venice Beach, con el de un intruso y la había atravesado de dos balazos.

El retrato de Mao fue un clásico en la iconografía warholiana. El artista tomó esta imagen de una fotografía de propaganda del líder del Partido comunista reproducida en China más de 900 millones de veces desde 1945, junto con el Libro Rojo, con citas del presidente Mao referidas a la Revolución cultural y convertido en un instrumento básico de adoctrinamiento ideológico de las masas. Warhol realizó con esta imagen decenas de obras, tanto pinturas y serigrafías como dibujos, entre ellas, la pintura gigante que se conservas hoy en el Hamburguer Banhoff de Berlín o la pintura subastada en 2006, también en Nueva York, por la cual un millonario de Hong Kong pagó 20 millones de dólares.

La irrupción del retrato de Mao en sus obras, a comienzos de los años 70, coincidió con la visita del presidente Richard Nixon a Beijing y que marcó una histórica apertura de las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos con China. El evento tuvo una amplia cobertura en los medios tanto occidentales como orientales. Con su particular apropiación del imaginario mediático, Warhol tomó el retrato descontextualizándolo y reconvirtiéndolo de una imagen de propaganda de un líder autoritario, estatista y anti-individualista a un objeto de consumo burgués para el mercado del arte. Mao, reproducido también ahora, pero en brillantes colores fluo, pasaba de ser un líder militar, quintaescencia del poder político totalitario, a ser una frívola imagen andrógina, su rostro pintado muchas veces emulando un exagerado maquillaje. Por otra parte, el retrato iconizado se veía convertido en un logo corporativo más, al igual que el de Campbell soup o Coca-cola.

Dennis Hopper, por su parte, quien además de actor era también artista y fotógrafo, se relacionó con artistas pop como Roy Lichtenstein y el mismo Warhol, a quien, eventualmente, comentó lo que había sucedido con su serigrafía. Warhol entonces propuso que la obra pasara a ser una colaboración de ambos y dibujó dos círculos alrededor de los agujeros de las balas, escribiendo “warning shot” junto al del hombro derecho y “bullet hole” junto al realizado sobre el párpado izquierdo.


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