El dilema es interesante: un robot podrá pensar o sencillamanete emulará el proceso del pensamiento. Incluso podemos programar al robot para que nos diga que tiene consciencia y nosotros seremos incapaces de discernir si esta es real o ilusoria, de igual manera Deep Blue consciente o no, derrotó a Kasparov, convirtiéndose en el mejor “jugador de ajedrez”, llegado el día un robot entonces podrá emular al ser humano y convertirse en un ser humano al menos a nuestros ojos, y no habrá test Voight-Kampff que valga para diferenciarlo del ser humano.
La paradoja viene si aplicamos este comportamientos determinista extremo a nosotros mismos: ¿Tenemos consciencia? ¿O son nuestras células las que nos hacen tener la ilusión de nuestra consciencia?
Vigo | febrero 2nd, 2014 @ 1:31 |
El dilema es interesante: un robot podrá pensar o sencillamanete emulará el proceso del pensamiento. Incluso podemos programar al robot para que nos diga que tiene consciencia y nosotros seremos incapaces de discernir si esta es real o ilusoria, de igual manera Deep Blue consciente o no, derrotó a Kasparov, convirtiéndose en el mejor “jugador de ajedrez”, llegado el día un robot entonces podrá emular al ser humano y convertirse en un ser humano al menos a nuestros ojos, y no habrá test Voight-Kampff que valga para diferenciarlo del ser humano.
La paradoja viene si aplicamos este comportamientos determinista extremo a nosotros mismos: ¿Tenemos consciencia? ¿O son nuestras células las que nos hacen tener la ilusión de nuestra consciencia?
Vigo | febrero 2nd, 2014 @ 1:33 |
Bueno, de hecho esta paradoja es la que plantea Philip K. Dick con su frase je,je.