Cómo lo hice

Frankenstein, la novela gótica de  Mary Shelley, cuyo título original fue Frankenstein o el moderno Prometeo, fue publicada anónimamente en Londres. Su temática, el de las criaturas artificiales construidas por el hombre, recupera una serie de narraciones tanto literarias y artísticas como religiosas, filosóficas y científicas a lo largo de la historia de la cultura, desde Pigmalión hasta HAL de 2001, pasando por el Golem del rabino Loew y tantos otros. Desde la ciencia ficción, se relacionan con el tema criaturas tales como robots, androides y ciborgs. En los años 20, Karel Capek escribe su obra de teatro RUR (Rossom Universal Robots), primer sitio, de hecho, en el que aparece nombrada la palabra “robot”. Allí, los protagonistas son unos seres artificiales (desde el punto de vista químico y biológico y no simplemente mecánico) creados por el hombre en una fábrica a su imagen y semejanza y a fin de que se convirtieran en sus sirvientes. Finalmente, una rebelión de estos seres los llevará, en la obra, a buscar el poder esclavizando en cambio a los hombres. Pero la literatura abunda con este tipo de seres: la Eva futura, de Villiers de l’Isle-Adam; Olimpia, la muñeca de El hombre de arena, de ETA Hoffmann o el mismo Pinocho.

http://www.findelmundo.com.ar/ip-poetry/selma/IPPoetry.pdf