Explosión atómica

Filed under: Scrapbook | Tags: | marzo 10th, 2011
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Esta pintura de Roy Lichtenstein está realizada en el contexto social de los 60, marcado por la Guerra Fría, los misiles cubanos y Vietman. El hongo de la explosión está realizado en un color azul pálido y con la característica estética de comic de este artista, la cual contrasta con el realismo demasiado atroz del evento que figura. Desde su creación, a partir de los experimentos del Proyecto Manhattan, la bomba atómica pasó a ser un tema artístico. El poeta beatnik Gregory Corso, por ejemplo, escribe un texto que estalla contra los valores americanos burgueses de la época, propiciando vehementes cambios sociales y políticos. Su poema Bomba, está escrito a manera de un caligrama (adhiriendo a la tradición poética que va desde Mallarmé, pasando por Apollinaire, hasta la poesía concreta) que figura un hongo nuclear. A fines de la década del 50, la sociedad norteamericana aun no se reponía de la paranoia ocasionada por las bombas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki. Corso ironiza dramáticamente sobre el tema de la bomba, definiendo a la explosión atómica como “un rayo travieso de muerte”. Según él, un dispositivo de destrucción no es, finalmente, ni más ni menos cruel que la sociedad que lo ha creado.

La serigrafía Bombas atómicas, de Andy Warhol, por su parte, surge de la crisis de los misiles cubanos (1962). En ella se presentan una serie de hongos nucleares cuyas imágenes han sido extractadas de la prensa diaria. El color rojo del fondo enfatiza la violencia y el peligro de la explosión y da a la composición un aire apocalíptico. La táctica del grabado favorece la repetición del modelo que aparece multiplicado como si cientos de misiles estuvieran siendo arrojados y estallaran simultáneamente. En el contexto del arte pop, la bomba se convirtió en un ícono plástico, al igual que Marilyn Monroe o la Coca-cola.


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