El diario de viaje de mi abuelo

Filed under: Microrrealidades | Tags: | diciembre 5th, 2010
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Mi abuelo, quien hacia 1910 se había recibido de ingeniero naval especializado en electromecánica, en la Escuela Superior Técnica de la Armada Británica, en Gibraltar recibió dos ofertas de trabajo: una en el puerto de Mangalore, en la India y otra, en el puerto de Buenos Aires. Eligió irse a Buenos Aires. Un 21 de septiembre, a las 9 de la noche, partió del puerto de Gibraltar. La luna se reflejaba en el mar mientras el Peñón se hacía cada vez más pequeño, a la distancia. Adelante le esperaba América, la aventura, la tierra incógnita. A las 11 de la noche, el vapor pasó frente a Tanger y, poco después, frente al Cabo Espartel. Días más tarde, pasarían por Dakar, en el Senegal. Otras escalas serían Pernambuco, Río de Janeiro, Santa Catalina y Montevideo. Y todas las vivencias del viaje, mi abuelo las fue escribiendo en su diario de a bordo. Por ejemplo, esta de Dakar, donde algunos de los pasajeros del vapor decidieron bajar a tierra.

“En el muelle nos recibieron unos hombres de color con unos trajes de lo más extraños que nos condujeron hacia unas calles amplias, limpias y bordeadas de árboles. Como este pueblo es colonia francesa, pudimos ver aquí y allá algunos franceses con helmets blancos que parecían ser los jefes, pero en general había muy pocos europeos y la población era mayoritariamente negra. Muchos de los hombres de color iban también tocados con helmets y llevaban sombrillas y gafas negras para el sol. Las mujeres llevaban a su vez trajes largos, muchos collares y brazaletes y argollas en las piernas y con los cabellos se hacían trenzas delgaditas como cuerdas. Otras iban casi desnudas y llevaban a sus niños liados en trapos alrededor de sus cuerpos.”


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