Deletreando los más bellos poemas

Filed under: Ficciones y microficciones | Tags: | diciembre 12th, 2010
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Con la tabla de la Ouija deletreo los más bellos poemas, pero no los anoto y me los olvido. Y luego de 50 poemas y otros tantos aguardientes, me desplomo. Me despierto nauseado, reclinado sobre una mesa de bar, arriba de un charco de parafina, a la luz de una vela a punto de extinguirse. Es de madrugada. Y estoy sólo y todos se han ido y me han dejado encerrado en un bar de mala muerte. Entonces, no tengo más remedio que volver a dormirme y sueño. Sueño que bailo la danza de la lluvia con los indios chipawines. Un, dos, tres, hop! Un, dos, tres, hop! Pero no lo hago bien y todos se dan cuenta de que yo no soy uno de ellos. ¿Qué estás haciendo aquí, entre nosotros? Me pregunta el jefe de la tribu archi-enojado, apuntándome con su flecha envenenada. Y yo le contesto: Sólo estoy bailando la danza de la lluvia. Y sigo con mis pasos: Un, dos, tres, hop! Un, dos, tres, hop! Hasta que caigo exhausto al amanecer. Y sueño. Sueño que con la tabla de la ouija deletreo los más bellos poemas. Pero no los anoto y me los olvido.

(Para el proyecto Sultan Florvag, Chinese rockets over Smolensko)


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