De ceros, ceros imperfectos y ceros demoníacos

Filed under: Scrapbook | Tags: | julio 5th, 2014
Post

Varias civilizaciones (Antiguo Egipto, Babilonia, Grecia) poseían símbolos que representaban al valor “cero”. Sin embargo, se dice que estos fueron ceros imperfectos porque no supieron entender la verdadera revolución conceptual que este  descubrimiento conllevaba.
El cero apareció por primera vez, en su forma imperfecta, en Babilonia. Fue en los alrededores del año 2000 a.C., en anotaciones numéricas escritas en tablillas de arcilla. También surgió en Mesoamérica, en el marco de la cultura maya y quizás incluso antes, en los olmecas. Ptolomeo usó el “cero” o “vacío” en su Almagesto (130 d. C.), pero no lo utilizó como “número” sino como signo de anotación. Los romanos no tuvieron cero.
Algunos investigadores indican que, tal como lo concebimos hoy, el cero fue inventado por los hindúes. El primer testimonio de su uso está datado hacia el año 810, cuando Abu Ja’far Mujammad ibn Musa explica el principio de numeración decimal posicional en su obra Tratado de la adición y la sustracción mediante el cálculo de los indios. Aunque se señala también que el cero ya era conocido en la India, al menos desde que matemático Pingala presentó el sistema de numeración binario (sIIId.C).
El concepto se extendió tanto para el Oriente como para Occidente. Hacia el Oriente, el matemático chino Ch’in Chiu-Shao escribió su Tratado matemático en nueve secciones (1247 d.C) en el cual ya utiliza el símbolo O para el cero. En 1303, Zhu Shijie lo usa igualmente en su libro El espejo de Jade de los cuatro elementos. Hacia Occidente, los árabes lo transmitieron por el Magreb y Al-Ándalus, pasando posteriormente al resto de Europa.  El matemático italiano Fibonacci lo utiliza en el siglo XII, en su Liber abaci (El libro del ábaco). Dada la notoria facilidad del nuevo sistema, las autoridades eclesiásticas sospechan de él y lo acusan de mágico y demoniaco. En el año 1600 el uso del cero comenzó a extenderse a pesar de la fuerte resistencia que encontró para lograrlo.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *