La historia de Melusina

Imagen correspondiente al mes de marzo, en el libro de Horas de los hermanos Limbourg, Les Très Riches Heures du duc de Berry (1414, obra cumbre de los manuscritos góticos y uno de los libros más fastuosos de todos los tiempos, con sus miniaturas realizadas en oro y plata). Sobre la torre derecha del castillo, vemos al hada Melusina. En 1392, Jean d´Arras había escrito la narración de Melusina para Jean de Berry. El hada se erigía en figura fundadora del linaje de los Lusignan. Según su historia, estos duques descendían del hada.

Melusina aceptó como esposo a Raimundo de Poitou con la sola condición de no ser observada mientras tomara sus baños (ella solía tomar largos baños en un lago cercano a su castillo). Raimundo aceptó. Se casaron, se amaron y empezaron a nacer sus hijos.  Pero todos ellos, aunque hermosos y repletos de virtudes, poseían algún defecto físico: un colmillo demasiado grande, un solo ojo, tres ojos, etcétera. Alguien empezó a sugerirle a Raimundo que esos hijos deformes no podían ser suyos y Raimundo quedó envenenado con la sospecha de la infidelidad de Melusina. Fue entonces cuando decidió espiarla mientras se bañaba. Desde detrás de un árbol, vio a Melusina deshacerse de sus ropas e introducirse en el lago. También la vio convertirse poco a poco en una serpiente. Raimundo guardó el secreto todo lo que pudo, hasta que un día por fin se lo echó en cara:
-¡Fuera de mi vista, serpiente maldita! ¡Has contaminado a mis hijos!
En aquel instante, Melusina desapareció en el aire para siempre.