Los huevos fatales

Los huevos fatales (The fatal Eggs) es una novela de ciencia ficción escrita por Mikhail Bulgakov en 1924. Su protagonista es Persikov, un viejo zoólogo especialista en anfibios. La narración transcurre en Moscú, en 1928. Persikov está en su laboratorio en el Instituto de Investigaciones Zoológicas y, luego de varias horas, revisa su microscopio, ve que está fuera de foco y descubre que una ameba en el portaobjetos ha sido inintencionadamente expuesta a un rayo de luz roja. Esto aparentemente la ha hecho reproducirse con una rapidez desmesurada, demostrando igualmente una inusual agresividad en sus patrones expansivos. Comienza a experimentar con mejores máquinas y con sapos en lugar de con amebas, con el mismo resultado. La prensa pronto se entera de sus investigaciones. También los espías extranjeros y el servicio secreto soviético. Simultáneamente, el país se ve afectado por una epidemia que afecta a los pollos, motivo por el cual, todos los pollos en Rusia están muriendo. Un empresario recibe un permiso oficial para usar los experimentos de Persikov a fin de criar rápidamente nuevos pollos. Sin embargo, debido a un lamentable error, las cajas con huevos de pollo del empresario (importados desde el extranjero) van a parar al laboratorio del zoólogo mientras que unas cajas con huevos de reptiles, destinadas al Instituto de Investigaciones Zoológicas van a parar a manos de los granjeros. Así, en las granjas de todo el país comienzan a criarse serpientes, cocodrilos, incluso avestruces sobredimensionados que comienzan a atacar a la población. Se desencadena un pánico generalizado. Persikov es muerto por la turba, que lo culpa por lo que ha sucedido y su laboratorio es destruido. El Ejército Rojo intenta capturar sin éxito a los reptiles sueltos, que pronto destruyen Moscú.