La experiencia de Milgram

Nombrada a partir del psicólogo norteamericano Stanley Milgram, quien la concibió, esta experiencia realizada a comienzos de la década del 60 trataba de evaluar el grado de obediencia de los individuos, su sumisión a la autoridad y se capacidad para llevar a cabo las ordenes que se le impartían. El experimentador indicaba al sujeto A que realizara una serie de preguntas a otro sujeto B, aplicando un shock eléctrico de creciente voltaje cada vez que su respuesta era incorrecta. El objetivo era comprobar hasta qué punto los sujetos eran capaces de cumplir órdenes aun si las mismas eran contrarias a su moral. Tras la experiencia, Milgram concluyó que los resultados (63% de los sujetos A no dudaban en infligir shocks eléctricos de más de 450 volteos a los sujetos B) eran inesperados y realmente inquietantes.