La antipoesía gana el Cervantes

Nicanor Parra, antipoema, en Antipoems: How to Look Better & Feel Great (2004)

La antipoesía surge en una época en la que términos como “antinovela” o “antipintura” eran corrientes. Desarrollada especialmente por el poeta Nicanor Parra, especialmente a partir de la publicación en 1954 del libro Poemas y Antipoemas, la antipoesía es una forma escrituraria basada, como su nombre lo indica, en la negación de los rasgos esenciales del código poético convencional. Concebida como una suerte de contra-texto, se presenta como una indagación de la práctica poética en sí misma. Es imposible dejar de ver en Parra una confrontación directa con la estética de, por ejemplo, otro poeta chileno como Pablo Neruda. La antipoesía contarpone al yo heroico nerudiano -serio, solemne, con una visión clara y única respecto de la realidad y de la historia-, un sujeto poético sarcástico, fragmentado, paródico, coloquial, deconstructivo. Lejos del ideal de poeta elevado que se instituye a sí mismo como Gran Pedagogo del pueblo, Parra presenta una enunciación burlona utilizando además de un lenguaje coloquial, popular, cotidiano, estrategias tales como la apropiación de otros géneros discursivos –jergas científicas, discursos publicitarios y periodísticos- o el uso de textos encontrados. Ayer, Nicanor Parra -hermano de la genial Violeta, quien se suicidara en 1967-  fue galardonado con el Premio Cervantes, el más importante de las letras hispanas, aquí en Madrid.