El viaje de Coco y Burbuja en busca de la Iluminación (7)

¡Ema! Burbuja se da cuenta de pronto de que el Gurú Escarlata le está señalando el nombre de la señorita Ema, su maestra de la escuela primaria. En ese momento, un fuerte resplandor que proviene del cielo le hace levantar la cabeza: allí arriba, a kilómetros de distancia y entre las pálidas nubes rosadas, puede ver una vaca envuelta en un halo de luz que parece estar cayendo hacia la tierra. Todos los asistentes comienzan a bailar con las manos extendidas hacia la bóveda celeste. Los amigos permanecen en el festejo hasta ver a la Vaca Parlante aterrizar sana y salva sobre el asfalto. Para su enorme sorpresa, se trata de la misma res con la cual habían hablado durante se estancia en las Tierras Planas. La vaca los reconoce al instante.

– ¿Habéis conseguido el Trébol de la Suerte Cruel?

Los amigos se miran confundidos. En su obsesiva carrera en búsqueda de la Verdad universal, habían olvidado el requerimiento de la vaca por completo.

-No…

Ella los mira enojada y decepcionada. El campesino del turbante celeste toma del brazo a Burbuja.

– Vuelve al comienzo: el único posible movimiento es el retorno –le dice.

Entregándole un pequeño y sucio papelito doblado en cuatro, vuelve a concentrarse en su danza, zarandeándose a partir de impulsos místicos y abstractos, en busca de sus formas primitivas. Burbuja examina el papel: se trata de unas nuevas coordenadas. Los amigos las ingresan en el Atlas Cósmico y esta vez son conducidos hasta las fronteras de Carabanchel Bajo.