Los príncipes de Serendip y la novela de detectives

El cuento de Edgar Alan Poe, Los crímenes de la calle Morgue (1841), es considerado como la primera ficción del género detectivesco.

El cuento The Three Princes of Serendip, de Horace Walpole, relata las aventuras de tres príncipes que, en su viaje a través del país, se dedicaban a hacer descubrimientos accidentales y a encontrar cosas que en realidad no estaban buscando debido a su gran capacidad de observación y su sagacidad. Así, por ejemplo, descubrían que por el mismo camino que transitaban había pasado recientemente un camello tuerto del ojo derecho debido a que habían reparado en que el pasto estaba comido únicamente del lado izquierdo del camino, etcétera. Walpole recurrió como inspiración para escribir su cuento a fuentes persas. A partir de esta narración, acuñó el término “serendipia” para referirse a la facultad de unir dos hechos que se presentan en apariencia inconexos para llegar a conclusiones válidas. Algunos quieren ver en el viejo relato persa de los príncipes de Serendip el origen de la novela de detectives.