La princesa Caraboo

Filed under: Scrapbook | Tags: | junio 9th, 2011
Post

A principios del siglo XIX, una joven vestida con ropas exóticas y hablando un extraño lenguaje fue encontrada deambulando por las playas de Gloucestershire. Conducida a la casa del magistrado local, insistía en comer únicamente piñas, dormía en el piso y rezaba a un supuesto dios denominado Allatallah. Un marinero escocés que pasaba por allí, aseguró que podía comprender su idioma y tradujo: se trataba de una princesa polinesia que había sido raptada por unos piratas y que se las había arreglado para tirarse por la borda del navío frente a las costas de Gloucestershire. Esta revelación motivó que la joven comenzara a ser tratada como un miembro de la realeza. Fue invitada a las recepciones en la Embajada y se codeó con todos los dignatarios del condado. Incluso un retrato suyo, vistiendo su extraño ropaje, fue reproducido en el Bristol Journal. Fue precisamente cuando leía este diario que una señora de Devon la reconoció como una empleada suya y decidió escribir al medio para desenmascararla:  la supuesta princesa en realidad había trabajado como doméstica en varias casas de la localidad.

La psicología ha estudiado toda clase de delirios de impersonificación. Y no solamente de parte de la persona que se impersonifica sino también de parte de quien la identifica. Algunos de los casos más curiosos son el Síndrome de Capgras (en el que una persona está convencida de que alguien que le es cercano, digamos, su esposa, ha sido reemplazado por un impostor en apariencia idéntico a la misma) o el Delirio de Fregoli (en el que el sujeto posee la creencia de que varias de las personas con las que se encuentra son, en realidad, la misma persona disfrazada).


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *