Huevos de Pascua virtuales, mensajes ocultos y maestros canteros

Filed under: Scrapbook | Tags: | abril 11th, 2011
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Se les llama “huevos de Pascua” a los mensajes escondidos en los programas de computación, en las páginas web o en los video-juegos. Se trata de mensajes, videos, imágenes, gráficos, efectos de sonido o cambios imprevistos en la conducta de algún software que tienen lugar como respuesta a determinado set de comandos no documentado para el usuario. Estos mensajes actúan como guiños, pequeñas bromas o incluso a veces piezas artísticas no solicitadas y sorprendentes. A veces se limitan a consistir en una mera lista con los nombres de los programadores. Estos “huevos”, que eran comunes hasta digamos, el 2001, comenzaron a prohibirse en las compañías desarrolladoras de programas por motivos de seguridad.

La idea de esconder mensajes ocultos en determinadas piezas se da también en los dibujos, frases, logos, etcétera, escondidos en los chips, tan minúsculos que son prácticamente invisibles al ojo humano. Pero esto no es nuevo. Sin ir más lejos, conocemos a los “hidden Mickeys” que uno puede buscar y encontrar en Disneylandia y, en general, las producciones de Disney. A lo largo de la historia, varios artistas plásticos han escondido mensajes secretos en sus pinturas. También lo han hecho los músicos y también, muy especialmente, los arquitectos y constructores.

Más allá de la infinidad de mensajes esotéricos de los templarios  y las cofradías masónicas, en la Edad Media, era muy común que cada maestro cantero dejara su firma en las piedras que tallaba. Estos “signos lapidarios” dejaban constancia, por ejemplo, no sólo de la identidad del artesano sino también de su grado iniciático dentro de la cofradía. Así, las iglesias y catedrales están repletas de signos (estrellas, corazones, flechas, grafismos rúnicos, telas de araña, figuras geométricas, herramientas, objetos religiosos, símbolos alquímicos, instrumentos musicales, un amplio repertorio del bestiario fantástico y demás. La provincia de Soria abunda en ejemplos. También los hay en Segovia. He aquí uno: esta cabecita que nos observa desde arriba del muro, en una de las iglesias del pueblo de Ayllón.


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