Desapariciones

Filed under: Scrapbook | Tags: | diciembre 10th, 2010
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En 1918, el poeta dadaísta Arthur Cravan viajaba en un destartalado velero desde México hasta Argentina. Su idea era reunirse allí con su pareja, la poetiza Mina Loy, quien había zarpado días antes a bordo de un buque de pasajeros. Cravan nunca llegó a destino. Presumiblemente, naufragó durante una fuerte tormenta. Su cuerpo jamás fue encontrado.  Sesenta años más tarde, el marino francés Alain Colas, a bordo de su nave Manureva (cuyo nombre significa en tahitiano “pájaro viajero”) naufragó cerca de las costas de las islas Azores, en el medio del océano Atlántico. Su cuerpo tampoco fue encontrado jamás. Este episodio inspiró la canción de Serge Gainsbourg: Où es-tu Manuréva? Son sólo dos ejemplos de desapariciones en el mar. También, claro, están muchas otras, como las de los marineros anónimos en los buques fantasmas. Por ejemplo, el famoso Mary Celeste, avistado en 1872 cerca de las costas de Gibraltar navegando sin tripulación a bordo y que dio pie al famoso texto de Sir Arthur Conan Doyle. Además, claro, están las “desapariciones aéreas”. El 17 de octubre de 1909, Eduardo Newbery cruzaba el Río de la Plata, desde la quinta Los Ombués, en las Barrancas de Belgrano de la ciudad de Buenos Aires, hasta la localidad de Conchillas, en Uruguay, a bordo de su globo aerostático El Pampero. Justo entonces se levantó una fuerte tormenta de viento y algunos testigos pudieron observar cómo el globo era arrastrado por entre las nubes y se perdía para siempre en el cielo. También han desaparecido sin dejar rastro los tripulantes de los aviones perdidos en el Triángulo de las Bermudas. Y también, claro, están las desapariciones espaciales, como la de la perra Laika y, seguramente, la de alguno que otro astronauta cuya existencia ha permanecido en secreto.


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