Belén Gache

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Poetas y antipoetas, científicos locos y máquinas disfuncionales
Laboratorio de Arte Alameda. México DF. Del 11 al 14 de septiembre o de 2012.

 

Este seminario tratará acerca de dos temáticas: la del científico loco en la literatura de vanguardia y postvanguardia y la del uso literario de máquinas extrañas, en tanto usurpadoras del papel asignado por la poesía romántica a las musas.  El poeta contemporáneo no es un ser inspirado por las musas y está muy lejos del imaginario de la poesía del romanticismo que enfatizaba la intuición sobre la razón, la  expresión subjetiva y los sentimientos exacerbados. Después de haber asistido a la debacle epistemológica devenida tras la Primera Guerra Mundial, con la consiguiente crisis de un lenguaje redundante, deficiente y gastado; poetas y escritores se dedicaron a demoler sus restantes despojos y a buscar nuevas formas de decir y de narrar. Desde entonces, la producción poética se ha vuelto preponderantemente no subjetiva y ha puesto el énfasis no ya en el yo del poeta sino en el mismo lenguaje, entendido como organismo autónomo.
Comparable a un científico loco, patafísico y alquimista del verbo, el poeta contemporáneo es un inconformista que busca, mediante perturbados experimentos y peligrosos inventos, accionar sobre las poderosas  fuerzas del lenguaje y por ende, las del pensamiento y de la percepción humana, llevando más allá los límites de lo que es aceptado por el status quo lingüístico. Su laboratorio mental no está lleno de bobinas de Tesla, máquinas electrostáticas de Van der Graaf, burbujeantes equipos de destilación o inquietantes  mesas de disección pero sí de máquinas combinatorias, generativas, máquinas de hacer poemas, máquinas parlantes, mediante las cuales recombina, mezcla, apropia, disecciona, expande, tritura, destruye memes, virus lingüísticos, tácticas sociales de spin y, en general, toda convencionalidad gramática y semántica de letras, palabras y narrativas, explotando las posibilidades de transformación de la sustancia fónica y gráfica de los textos. 
Tomaré aquí en particular autores como Alfred Jarry, Raymond Roussell, Marcel Duchamp, William Burroughs, Isaac Asimov y poéticas como las del grupo Fluxus y el Oulipo.

Punto 1 - Experimentos, inventos y monstruosidades
El Dr. Faustroll, de Alfred Jarry y su novela neo-científica. La patafísica como ciencia de las soluciones imaginarias.  El inventor loco Martial Canterel, alterego de Raymond Roussel y sus experimentos con el lenguaje. Duchamp y sus máquinas alquímicas. La imaginación sin cables del futurismo y las ondas telepáticas. El manifiesto de la ciencia futurista. Picabia: mecanismos, rayos X y doctores locos.

Punto 2 - Vanguardias: el lenguaje en la mesa de disecciones
El Dr. Frankenstein y la lógica del collage. Collages, cut-ups y una receta Dadá para componer poemas. Combinatorias. De Raymundo Llull a la code poetry (pasando por el Rayuelomatic).

Punto 3 - Ciencia, control y lenguaje
El Dr. Benway, de William Burroughs y el lenguaje del control. El lenguaje como virus y la policía lingüística. La Dra. Calvin, de Asimov. Robopsicología, hombres mecánicos y sus sueños de revolución.
El Dr Persikov, de Mikhail Bulgakov, y su creación de monstruos. René Clair y su rayo misterioso sobre París.

Punto 4 - Máquinas de escribir fantasmas y máquinas que escriben solas
Underwood, la máquina de escribir fantasma de Marcel Duchamp. La máquina tipográfica futurista de Giacomo Balla. Cien mil millones de poemas , la máquina de escribir sonetos de Raymond Queneau. La máquina trituradora de textos de William Burroughs. Diferentes máquinas de poesía.

Punto 5 - Ordenadores humanos y seres humanos programables
1984: O´Brien y la “terapia de la palabra” para los criminales de pensamiento. La hipótesis Sapir–Whorf. Poesía y máquinas parlantes. Fluxus y Oulipo. Programas, contraintes, partituras y ordenes posthipnóticas.