El Autocompletador de Textos Poéticos y el Escanner Sincrotrónico de tres dimensiones (y la Impresora Estéreolitográfica)

En una de las pantallas del monitor facetado puedo ver que la Biblioteca cuenta con una nueva e imponente máquina: un Autocompletador de Textos Poéticos de última generación, Evidentemente, con un dispositivo semejante, los trabajos de restauración de los textos borrados por la bomba de silencio se habrán acelerado de manera notable. Al trabajar con tantos formatos de textos, tantas escrituras y lenguas diferentes, los nuevos sistemas de completado de textos poseen una compleja base de datos cargada con los diccionarios y las palabras y frases más utilizadas a nivel cósmico. El Autocompletador de Textos Poéticos, además, repone los versos borrados total o parcialmente a partir de algoritmos de textos predictivos. Claro que, también hay que decirlo, con estas máquinas, el riesgo de error y de decodificación aberrante es bastante alto, especialmente al tratarse de obras líricas.
Además de esta máquina, puedo ver igualmente un Escanner Sincrotrónico de 3 Dimensiones, de esos en los que la unidad robótica de escaneado utiliza una tecnología de radiación sincrotrónica, producida por un acelerador de partículas, que permite escanear los documentos sin ni siquiera tener que doblar las páginas. Este escanner permite, igualmente, el escanneado de objetos a 360 grados. Los archivos de modelo 3D resultantes pueden luego imprimirse desde cualquier impresora 3D, lo que permitiría, por ejemplo, imprimir cualquiera de las publicaciones objetuales de la Biblioteca bajando los archivos de modelo 3D desde cualquier ordenador personal, si la Biblioteca estuviera habilitada para los usuarios.
Con las nuevas máquinas, los trabajos de restauración de la Biblioteca se agilizan notablemente: los textos en formato gráfico-objetual se escanean, los digitales se ingresan directamente desde la nube y los recitados se convierten en data mediante softwares de reconocimiento de voz. Es evidente que contar con el patrocinio de Reset Menus, el millonario galáctico, ha favorecido mucho la tarea de los copistas. ¡Qué hubiera dado yo por tener unas máquinas semejante cuando era Asesora en Jefa de Poesía de la Biblioteca!