Mitin en la plaza central de Arkham. Habiendo sido yo una de las poetas terrestres prisioneras en la barraca de escritura, cuyos cuadernillos de poesías circulan clandestinamente en la zona, soy la oradora invitada. Los poetas lunares asisten con pancartas y corean:¡Abajo la parataxis! ¡Abajo las elipsis!
Me subo a una pequeña tarima improvisada e intento comenzar mi discurso. Pero por alguna razón, las palabras no salen de mi boca. ¿Qué está sucediendo? De pronto, alguien me coge del brazo y me arrastra hacia una de las calles laterales. Los secuaces de Domingo de Ramos han rodeado la plaza, tapando las voces de todos con aullidos y alaridos.