Volviendo al lugar del que nunca nos habíamos ido

Los hijos de los campesinos lunares están cada vez más reaccionarios, ¿cómo podrán sus padres legarles el espíritu de la revolución? Desconocen la escritura, desconocen las palabras. Sólo reaccionan a melodías y gruñidos pero rechazan toda posible codificación y decodificación de los contenidos semánticos en las estructuras lingüísticas. Dado que su principal fuente de proteínas es la leche de coco, no hay ninguna posibilidad de que los campesinos dejen de suministrarles CocoPlus. Belicosos, se dedican a hacer razzias en la Ciudad Imperial tachando con unos grafitos de carbón lunar cada palabra que encuentren escrita por las calles. También suelen tapar con sus chillidos cualquier enunciado conversacional.

Se han organizado bajo el liderazgo de uno de los niños, un conflictivo chaval llamado Domingo de Ramos.


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