En lugar de retornar a la Tierra, el comandante Aukan había decidido quedarse en el satélite terrestre y comenzar una revuelta entre los campesinos lunares. La revolución debía ser el punto de partida de todas las prácticas del grupo y debía manifestarse tanto en el proceso como en el resultado final de sus acciones. Aukan pretendía promover el espíritu de sedición a lo largo y ancho de la luna y concienciar sobre la urgente necesidad de liberar a la región del las ambiciones del imperialismo lingüístico a nivel galáctico.