Migraciones

Filed under: Scrapbook | Tags: | noviembre 14th, 2011
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¿Cómo consiguen orientarse las aves a lo largo de sus migraciones? Al respecto, existen varias hipótesis. Algunos investigadores dicen que las aves conocen la latitud y longitud de la Tierra debido al sentido gradiente o variación de humedades y temperaturas. Otros sostienen en cambio que poseen una sensibilidad especial frente a la fuerza centrífuga terrestre. Otros, que las aves tienen un órgano específico de la orientación situado posiblemente en el laberinto del oído, encéfalo e incluso en las propias fosas nasales. Parece ser que existen especies en las que la orientación del rumbo es innata. El cuco, por ejemplo, migra sin que ningún adulto de su especie le enseñe su rumbo. En otras especies, como las grullas, son los pájaros mayores los que les señalan el camino a seguir. Las aves migrantes diurnas suelen orientarse por las referencias físicas del terreno, que quedan grabadas en sus cerebros, y por la posición del sol.  Las migrantes nocturnas se orientan por la posición de la luna y las estrellas. Algunos experimentos con golondrinas han demostrado que estas aves interpretan la posición del sol y las estrellas, calculando a partir de esta la particular hora del día. Esta especie también es capaz de recibir vibraciones sonoras características de cada zona del planeta, de calcular su posición dentro del campo magnético de la Tierra y de visualizar las tramas que, según las distintas horas del día, forma la luz solar al penetrar en la atmósfera. Según otros estudiosos del tema, las aves viajarían, por el contrario, circulando por “autopistas” de viento, rutas de corrientes de aire que enlazan lugares distantes.


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